Memorias olvidadas de un pasado tan atrás,

cuando cierro los ojos a veces logro reflexionar,

y aunque recuerdo poco quisiera volver una vez más,

a los días de antes que no se deben de abandonar.

El pasto verde se pone amarillo.

Chiquillos discuten de quien gano el juego.

Empiezan a brincar la cuerda cantando;

pan, chocolate, y café.

En el barrio vecindario donde he vivido toda mi vida,

también a sus lados corro hasta llegar a mi casa.

Sentada en las escaleras invento historias de fantasía,

en los cuales era superhéroe o princesita.

En el patio de enfrente hay púrpuras y enanas florecitas,

mi mamá los trenza en mi cabello porque son mis favoritas.

Mirando al cielo teñido por el esplendor del atardecer,

mi espíritu se emociona y empieza a estremecer.

Luz de las estrellas me conecta a esos días.

Voces familiares en las páginas ya escritas,

otra vez en años de niña acabando de florecer,

tal vez es el tiempo de renacer.

Y hoy en día cuento mis velas pensando en ese ayer.